Existen múltiples tipos de café. Solo, largo, corto, con leche, descafeinado… Es difícil hablar del mejor café porque los sabores, tradiciones y formas de tomarlo son casi tantas como las personas que lo beben. Esta bebida se ha convertido en un elemento fundamental en nuestra cultura y sociedad. Continúa leyendo para saber más y recuerda que puedes especializarte en el sector con nuestro Máster en Elaboración de Productos de Café
Índice de contenidos
Tipos de café: Orígenes y variedades
La planta del café es originaria de Etiopía, aunque según la historia, los árabes fueron los primeros en descubrir sus virtudes y en desarrollar su proceso de cultivo. Cuenta la leyenda que intentaron evitar su extradición, pero su popularidad hizo que se expandiera a nivel mundial hasta convertirse en la segunda bebida más consumida en el mundo.
Los tipos de café más conocidos y utilizados son:
- Arábica, que representa un 75% de la producción mundial. Su origen se encuentra en Etiopía y su sabor es suave y agradable al paladar.
- Robusta, que representa el 25% de la producción mundial restante. Su sabor es más fuerte, más ácido. Posee más cuerpo y menos aroma que la variedad arábica y se cultiva en países como Brasil, Angola, Costa de Marfil o Uganda entre otros.
Factores a tener en cuenta a la hora de preparar un café
Es tan común beber café que quizá nunca te hayas dado cuenta de la infinidad de procesos, técnicas y maneras que existen para llegar al producto final. Conseguir un café perfecto va mucho más allá del utilizar un buen tipo de café, la procedencia, el tostado o la cafetera. Para conseguir un buen café debemos tener en cuenta diversos factores:
1. El tamaño de las partículas del tipo de café escogido
Aquí también influye la cafetera elegida. Por ejemplo, si el tipo de café molido tiene un grano demasiado grueso para la cafetera que tenemos, debemos tener en cuenta que entonces el agua pasará rápidamente a través del café, ofreciendo como resultado una bebida muy aguada y sin a penas cuerpo. Sin embargo, si el café se ha molido demasiado, el resultado será una bebida amarga y astringente. Los expertos recomiendan entre un 18% y un 22% de extracción para una taza de café perfecta.
2. El tiempo que el café está en contacto con el agua y su temperatura
La temperatura depende de diversos aspectos. El punto de ebullición varía incluso de la zona o de la altitud en la que se encuentra un lugar. Lo importante que debemos tener en cuenta en este punto es que dicha temperatura debe permitirnos sacar todo el aroma y sabor del tipo de café que hayamos elegido. La temperatura recomendada es de 90ºC. El tiempo que el café está en contacto con el agua también es importante ya que a menos tiempo, más intenso es el sabor.
3. La calidad del agua
Por último pero no menos importante, la calidad del agua es crucial para evitar que los tipos de café que se elijan tengan sabor a cal. Los expertos recomiendan utilizar agua de dureza media.