Entender el comportamiento de nuestra mascota es imprescindible para poder establecer una relación satisfactoria con ella. Ya sabemos que los animales no hablan, pero, al igual que las personas, se comunican a través de gestos, actitud o incluso lenguaje corporal. Conocer y entender qué nos quieren decir nos ayudará a comunicarnos con ellos y a darles la respuesta que esperan. Todos atravesamos diferentes estados de ánimo según el momento y la situación en la que nos encontramos. Los animales también. Por ello, en el artículo de hoy vamos a ver algunos consejos y pautas sobre educación canina que nos ayudarán a entender mejor su comportamiento y cómo debemos reaccionar hacia su lenguaje. Recuerda que si te interesa este sector profesional, puedes especializarte con nuestro máster en técnicas de adiestramiento y educación canina.
Índice de contenidos
Bases de la educación canina
Para entender la educación canina debemos tener claros varios conceptos y bases. Al igual que los humanos, los animales también se adaptan al medio en el que viven. La socialización es el proceso a través del cual los perros y otros animales aprenden a relacionarse con otras mascotas y humanos. Dentro de este proceso, también se encuentra la habituación que podemos definirla como el proceso por el cual un perro aprende a ignorar aquellos elementos presenten en el ambiente que no considera que sean peligrosos. Es por ello que los ruidos de los coches, de la música o de los niños puede pasar desapercibido para ellos cuando se acostumbran a vivir en un ambiente o entorno familiar y humano.
Estos dos conceptos son de vital importancia porque van a prevenir la aparición de problemas de agresividad o miedo sobre todo en perros adultos. Sin embargo, no debemos olvidar que la genética también juega un papel fundamental en la educación canina, ya que puede influir aún en perros socializados.
¿Qué debemos hacer para educar correctamente a nuestra mascota?
Al igual que ocurre con los humanos y con otros animales, el proceso de educación canina es algo que dura toda la vida. Lo primero que debemos saber, es que el período crucial para socializar a tu mascota es aquel que va desde su nacimiento hasta el tercer o cuarto mes de vida. Sin embargo, esto puede variar según la raza.
Cómo educar a un cachorro
Si tu mascota es un cachorro, conseguir una buena socialización y educación canina no será muy complicado. Lo que debes hacer es presentarle diferentes personas y mascotas regularmente, por ejemplo, cuando vayas a dar un paseo o cuando alguien venga a visitarte a casa. Si te da miedo que se socialice con perros más grandes, no te preocupes. El tamaño en sí no debe importarte, lo único que debes saber o tener en cuenta es el carácter que tengan los demás perros. Por ello, asegúrate que el entorno de juego sea adecuado y positivo para que tu perro pueda entender que relacionarse con otros animales o humanos es divertido.
También es importante que le hagas conocer diferentes entornos y ambientes, como por ejemplo la playa, el bosque o la ciudad. De esta forma el animal irá aprendiendo a sentirse cómodo en todos ellos. También, debes tener en cuenta:
- Todos los perros con los que juegue tu cachorro tienen que estar vacunados y estar sanos para evitar cualquier posible contagio además de ser sociables
- No olvides la inhibición de la mordida
- No lo socialices en lugares públicos hasta que tenga todas su cartilla de vacunación completa
- Supervisa todas sus interacciones
Cómo educar a un perro adulto
Tal y como comentábamos anteriormente, los perros adultos que no han sido socializados suelen mostrar comportamientos relacionados con el miedo e inseguridad. Por ello debes tener en cuenta que será una tarea más complicada pero no imposible. La paciencia será tu mayor aliado, además, le hará entender a tu mascota que el entorno en el que vive es tranquilo y cuidadoso. Lo más recomendable en este punto, es acudir o ayudarte de un profesional o especialista, ya que serán ellos quienes te ayuden a identificar correctamente las señales y comunicación de tu perro.
El tiempo que puede llevarte varía según las condiciones de cada uno. Las conductas que están muy arraigadas, son complicadas de tratar. Al igual que al educar un cachorro, debemos tener en cuenta que el ambiente en el que se relaciona el animal debe ser siempre muy positivo para que esté tranquilo y pueda ir evolucionando correctamente. Algo que no debes olvidar en este punto es:
- Tener a mano golosinas que le gusten para premiar las buenas conductas
- Velar por su seguridad y por la de los demás animales, poniéndole un bozal si lo ves necesario
- Entender su situación y tratarla con paciencia
- No forzar jamás al perro a hacer algo que no desee
- No exponerlo a situaciones que le provoquen malestar.